04 julio 2005

Suecia prohíbe el intercambio de música y películas

Hasta ahora la ley sueca era permisiva con las descargas de material protegido por derechos de copyright; la persona que descargaba el contenido no infringía la ley, pero sí lo hacía aquel que disponibilizase el contenido para su descarga. Es una forma muy parecida a las leyes sobre drogas existentes en España y otros países: está prohibido traficar con determinadas substancias, pero algunas de ellas pueden ser poseídas legalmente en pequeñas cantidades para su consumo personal e individual.

El cambio de reglamentación se hace para equiparar el país al resto de los estados miembros de la Unión Europea, en los cuales la reglamentación penaliza tanto a quien disponibiliza el contenido como a quien lo descarga e intercambia, considerando que ambas acciones dan un lucro de algún tipo a quien las realiza.

Se estima que hasta ahora unos 900.000 suecos (un 10% de la población sobre un total de 9 millones de personas) aprovechan la alta calidad de las conexiones de gran ancho de banda existentes en el país para descargar contenidos de los sistemas de intercambio de archivos, uno de los índices más altos del mundo.

No obstante, algunos son pesimistas respecto al cambio de hábitos que la ley debería introducir en la sociedad, como por ejemplo la asociación Antipiratbyran, dedicada a combatir la piratería de contenidos en el país escandinavo. Para dicha asociación, la ley no va a ser suficiente de por sí para eliminar la piratería, aunque va a ayudar si las autoridades intervienen activamente. No obstante, el ministro de justicia sueco ya ha declarado que la justicia solamente intervendrá en los casos en que las descargas sean masivas.

La propia acción de Antipiratbyran se ha visto en tela de juicio en el país: dicha asociación mandaba cartas a las personas que detectaba intercambiando gran cantidad de material en la red (se estima que ha mandado una por cada 2.000 habitantes, mientras que en otros países esta medida resulta de una por cada 7.000), pero estas prácticas han sido criticadas por diferentes asociaciones de defensa de la privacidad, ya que para ello Antipiratbyran necesitaba monitorizar las acciones de los internautas.