Hay algo que la Industria Discográfica teme más que la reducción de beneficios.
Steve Jobs denunció hace unos días la presión por parte de la Industria Discográfica estadounidense para que la música digital sea más cara.
Luego la Industria Discográfica japonesa ha pedido que se tase los reproductores digitales de música con una tasa que elevaría su coste un 5%.
Supongo que la Industria Discográfica española, o la voz de su amo SGAE o Promusicae, pronto presionarán al gobierno solicitando medidas similares.
¿Por qué?
No es por la caída de beneficios, pues ellos saben que ganan cada vez más con esta venta digital. Saben que buena parte del futuro de su negocio pasa por ahí. Y no se trata de obtener mayores beneficios. Entonces… ¿qué quieren, a parte de joder al consumidor como siempre?
Muy sencillo, la comercialización de música digital permite la adquisición de una serie de canciones, pero no otras, con lo que el consumidor se libra del yudo del “disco completo” (todos nos hemos sentido estafados alguna vez cuando, tras enamorarnos de un single, compramos el disco y nos encontramos con una maravillosa canción y 12 fillers de bazofia).
Además este tipo de comercialización democratiza el acceso al canal de distribución. Y ese es un gran temor para ellos, ya que el control del canal de distribución les permitía una manipulación de precios que un tribunal de California (EEUU) encontró criminal y castigó con fuertes multas.
Por último está la pérdida de parte del control sobre la promoción, ya que al ser digital la distribución, el mercado está mucho menos restringido que actualmente (donde la mayoría de puntos de venta sólo tienen unos cuantos títulos), y por lo tanto se puede promocionar obras que hasta ahora no se había podido promocionar, ya que eso hubiese causado bastante tensión entre el “promotor” (programa de radio, TV, portal, blog, etc), el “canal de distribución” (tienda que no tiene ese disco del que se ha hablado), y el “comprador” (que quiere adquirirlo y no puede).
En definitiva se trata de CONTROL. Lo llevo advirtiendo mucho tiempo: la batalla por controlar vuestros gustos, vuestras inquietudes, vuestras preferencias, vuestros hábitos, vuestra opinión, etc es enorme y despiadada. Se inventarán lo que sea con tal de convertiros en consumidores sin voluntad y sin espíritu crítico. Y con esa intención no sólo están la mayoría de Discográficas (aunque por lo general son un máximo exponente de despiadada maldad hacia el consumidor y desprecio hacia el preciado bien con el que trafican), sino casi todas las empresas de bienes de consumo y servicios, y los políticos. Os recomiendo el documental “La Corporación” emitido por Documanía (busca en P2P = vídeo universal). Y en cuanto a la mayoría de políticos, me temo que no hace falta que nadie los deje al descubierto, pues lo hacen ellos solos a menudo y sin ningún pudor.
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