04 julio 2005

Microsoft y su AntiSpyware en entredicho

Microsoft interesada en comprar una empresa que se dedica a desarrollar
adware. Lo que en las últimas semanas había sido un rumor cobra
fuerza estos días, tras una noticia aparecida en el New York Times donde
se afirma que Microsoft está en conversaciones con Claria, mas conocida
anteriormente como Gator, una de las principales productoras de adware.
Si mientras navega le aparecen ventanas emergentes con publicidad,
puede que su equipo forme parte de la red de varios millones de
sistemas que se estiman están infectados con el adware de Claria.
Además de haberse infiltrado en su equipo de forma oculta al instalar
cualquier otra aplicación, y de molestarle continuamente con la
aparición de ventanas publicitarias, debe saber que sus hábitos de
navegación pueden estar siendo recogidos por Claria en su base de datos
de más de 12 Terabytes y expuestos al mejor postor.

Aunque Claria es una empresa de marketing en Internet que se mantiene
dentro de la legalidad, al menos en el papel, las tácticas que utiliza
para instalar sus componentes adware se aprovechan principalmente de
que los usuarios no son conscientes de lo que están instalando ni de
las repercusiones que tendrá en sus sistemas. Es una de las empresas
más odiadas por sus prácticas, consideradas, cuando menos, no éticas.

Además de atentar contra la privacidad de los usuarios o de lo molestas
que pueden llegar a ser sus tácticas publicitarias, tampoco debemos
olvidar que el adware de Claria causa problemas de rendimiento y
estabilidad en los sistemas Windows donde se instalan.

Precisamente este último fue uno de los principales argumentos de
Microsoft para distribuir su producto AntiSpyware, librar a los
usuarios de esta plaga y de paso evitar que los fallos que provocan
se les atribuyera al propio Windows.

Aunque el rumor del interés de Microsoft por Claria ha sido una
constante en las últimas semanas, la noticia del New York Times ha
sido la puntilla. Para algunos sigue siendo sólo un rumor, para otros
un globo sonda de Microsoft, y muchos otros se temen lo peor.

Las hipótesis sobre cual es el interés de Microsoft por esta empresa
son variopintas, aunque en relación al marketing todo el mundo piensa
que se trataría de un gran error, a no ser que la adquiera para
erradicarla o cambiar toda su filosofía.

Por un lado estaría legitimando las prácticas de las empresas
dedicadas al adware, además de enviar la señal de que pueden ganar
más dinero aun siendo adquiridas por la propia Microsoft u otra
grande del sector. En estos momentos se baraja la cifra de 500
millones de dólares en el caso concreto de Claria. Por otro lado
estaría dando razones para que el rechazo que ahora despierta Claria
entre los usuarios se traspasara a la propia Microsoft.

Pero aun hay más, el gran damnificado de esta operación sería
Microsoft AntiSpyware y el resto de productos antimalware que a
medio plazo tiene planeado distribuir Microsoft. ¿Cómo podría ser
juez y parte implicada? ¿Detectaría a un producto adquirido, propio
al fin y al cabo, como adware y lo eliminaría de los sistemas? Si
lo hace estaría actuando contra sus propios intereses y reconociendo
de que ha adquirido algo dañino, si no lo hace estaría ofreciendo a
los usuarios un producto parcial que no cumple con su función. Y ya
puestos, ¿bajo que excusa detectaría a otros adware de similares
características si no lo hace con los de Claria?

Todo lo anterior queda en el ámbito de la rumorología y las hipótesis,
desde Hispasec no tenemos a día de hoy ninguna información oficial
sobre las supuestas negociaciones de Microsoft y Claria.

Sin embargo en las últimas horas se ha dado una circunstancia que ha
despertado, aun más si cabe, las sospechas y críticas sobre esta
historia, y en esta ocasión con una base contrastable.

Las últimas actualizaciones de Microsoft AntiSpyware detectan el
adware de Claria instalado en el sistema pero, por defecto,
recomienda la acción de ignorarlo, es decir, de no eliminarlo del
sistema.

De hecho debe ser el propio usuario quien fuerce al antispyware
al escoger la opción de eliminar por cada uno de los adware de Claria
detectados para que proceda a su desinfección. Si tenemos en cuenta
que la gran mayoría de usuarios utilizan las opciones por defecto
de este tipo de programas, el resultado es que una gran proporción
de los usuarios de Microsoft AntiSpyware pueden seguir afectados por
el adware de Claria.

Si el mismo sistema lo analizamos con otra solución antispyware, como
el gratuito y conocido SpyBot, además de detectar el adware de Claria
lo elimina por defecto. Como debe ser.

La polémica está servida

Si realmente, como deseamos, no existe negociación con Claria,
Microsoft debería modificar sus firmas antispyware a la mayor brevedad
y publicar una actualización donde por defecto elimine o aísle en
cuarentena el adware de Claria. De lo contrario no estará ofreciendo
una protección eficaz a los usuarios ya afectados por este adware,
además de alimentar innecesariamente un rumor tan poco favorable a
sus intereses.

Si por el contrario existe realmente un interés por la adquisición de
Claria, con el posible agravante de que la no eliminación por defecto
de su adware responde a una estrategia por parte de Microsoft, puede
ser el comienzo del final para sus aspiraciones a convertirse en una
opción seria en el terreno de las soluciones antispyware y antimalware
en general.