01 julio 2005

La "Mesa Antipiratería" ante el Senado

Miembros de la industria del ocio han llevado al Senado su preocupación por los daños que ocasiona la "piratría".
Actores, músicos y escritores como Pilar Bardem, Luis García Montero, Lorenzo Silva y Soledad Giménez, llevaron al Senado su preocupación por los daños que ocasiona la piratería y apostaron por la educación como la principal herramienta para combatir la situación, en un acto al que tan sólo asistieron cinco senadores.
El presidente de la Cámara, Javier Rojo, definió el acto como "una contribución modesta en la ingente tarea" para combatir "un ataque devastador para nuestro patrimonio cultural común, presente y futuro", en el que el Parlamento "tiene que ser un motor para que todas las instituciones y sectores se pongan en marcha" en "una batalla estratégica que no nos podemos permitir perder".
La presidenta de la Mesa Antipiratería, Pilar Bardem, presidió un debate al que, entre otros, asistieron artistas de distintos ámbitos como Ouka Lele, Víctor Manuel, Javier Cámara, Caco Senante, Fernando Chinarro, Xavier Elorriaga o María Asunción Balaguer (viuda de Paco Rabal).
Soledad Giménez, cantante de Presuntos Implicados, alertó de que todas esas caras conocidas no estaban allí en su propio nombre, sino "en el de los desconocidos, en el del Joan Manuel Serrat del Siglo XXI al que posiblemente no lleguemos a conocer" porque "la consecuencia más grave" de los delitos contra la Propiedad Intelectual "es la pérdida de la creación".
El poeta Luis García Montero, tras destacar que el problema de la piratería de libros es ya "muy grave" en Latinoamérica, destacó que comprar un libro o un disco "significa asegurar la independencia del creador". "Si no puedo vivir de mi trabajo en soledad tendré que humillarme a ser simpático con los gobiernos y promotores culturales para que me inviten a conferencias", dijo.
Tras apuntar que "nuestra sociedad no está suficientemente interesada en respaldar la conciencia crítica" y explicar que "el pato no lo están pagando los consagrados, sino los que están empezando", subrayó que "la dignidad del arte está también en la dignidad del objeto artístico" y reclamó una educación en valores como el respeto y la libertad, para que los jóvenes no sean "simples consumistas".
De su lado, el novelista Lorenzo Silva insistió en que "quitarle a alguien el fruto de su trabajo es siempre delictivo", y opinó que la solución al problema pasa por una concienciación social y por "incentivar medidas para los que de verdad no tienen recursos" accedan a la cultura, como un aumento de las bibliotecas y de sus fondos.
En definitiva, los creadores creen que "la sociedad sigue sin ser consciente del daño que ocasiona la falta de respeto" a los derechos de autor, unos daños que "son gravísimos para la industria cultural" y que pueden provocar "el desmantelamiento de un sector que genera riqueza y empleo para muchos ciudadanos", según subrayó Pilar Bardem.
En el debate Juan Antonio Castellanos, representante de una de las empresas líderes en el ámbito digital, explicó que la tecnología "tiene que ser la mejor aliada para defender los derechos de autor". Se trata, dijo, de hacer "que comprar música sea más fácil que robarla", algo para lo que ya existen sistemas que han permitido que las descargas legales se hayan multiplicado por diez.
Concepción Becerra, de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura, explicó en el debate los primeros pasos que se han dado en el Plan Antipiratería aprobado hace dos meses por el Gobierno, un plan que demuestra, dijo "que el ministerio está absolutamente implicado en la lucha, porque la defensa de la creación es el eje de toda política cultural".